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Difusión del Articulo Las Manchas Solares y los Ciclones Tropicales |
Las Manchas Solares y los Ciclones Tropicales
Enrique Buendía Carrera*, Jaime Alcalá Gutiérrez** y Arturo González
Hernández*** *Centro de Ciencias de la Atmósfera UNAM ** Instituto de Astronomía y Meteorología, U de G ***Fac. de Ciencias Marínas, U. de Colima |
INTRODUCCIÓNEn el siglo XX, le llamó mucho la atención a la NASA (National Aeronautics and Space Administration) de acuerdo con Herman y Goldberg (1978), el hecho de que durante la actividad solar variable que tiene el astro rey, Albrecht et al (1969) se percibía que cuando se tenían los mínimos de manchas solares sobre la superficie del sol durante el ciclo solar, coincidía con la aparición de al menos un ciclón tropical que cruzaba a la Península de Yucatán. Estos hechos fueron observados desde el siglo XIX y durante el penúltimo acto de la presencia del mínimo de manchas solares del segundo milenio, se rompió lo que se estaba convirtiendo en una regla por inducción, ya que durante el año de 1986 no existió un solo ciclón tropical que pasara sobre la Península de Yucatán, a pesar de que, la tormenta tropical DANIELLE tenía la tendencia de desplazarse hacia ella. No obstante, durante el último suceso del mínimo de manchas solares del siglo XX, en el año de 1996, se volvió a establecer esta coincidencia con el huracán DOLLY. El inicio de este milenio y del siglo XXI, nos hace reflexionar y preguntarnos:¿ SEGUIRÁ PRESENTÁNDOSE ESTA COINCIDENCIA DURANTE EL SIGLO ACTUAL ? ¿ SE PODRÁ FUNDAMENTAR CIENTÍFICAMENTE EL EFECTO DEL MÍNIMO DE MANCHAS SOLARES DEL CICLO SOLAR DE ONCE AÑOS CON LOS CICLONES TROPICALES QUE SE GENERAN EN EL OCÉANO ATLÁNTICO QUE ATRAVIESAN A LA PENÍNSULA DE YUCATÁN ? En la historia de nuestro planeta, desde el holoceno con la aparición del ser humano, se empezaron a estudiar a los fenómenos macroscópicos que observaban visualmente. En esa época, algunos de los fenómenos macroscópicos que existen en el universo, inclusive fueron magnificados y considerados como dioses, por lo cual se trató de acercarse lo mejor posible a ellos, para alcanzar su benevolencia, lo que trajo como consecuencia un incremento de las observaciones, los estudios y los análisis para tratar de comprenderlos. -> |
Por lo tanto, este hecho teológico, originó que se desarrollasen lo antes posible telescopios, los cuales al aparecer en escena incrementaron aún más el interés por estudiar al universo, logrando con ello, alcanzar grandes avances en la Astronomía, y de esa manera sentar las bases del Universo que conocemos. Conforme pasó el tiempo, los estudios continuaron pero ya alejados de las influencias teológicas y al ser concientes de que el Sol es el elemento del sistema solar que proporciona casi la totalidad de la energía para que exista la vida en nuestro planeta y además saber que el movimiento de traslación de nuestro planeta alrededor del Sol, así como el movimiento de declinación de éste respecto a la Tierra eran las causas para que se generen las estaciones climáticas, se lograron programar a los ciclos agrícolas y el almacenamiento de alimentos. Simultáneamente con estos adelantos de la astronomía, desde la época del imperio Romano, también se percibió que sobre el disco solar existían manchas, las cuales no eran constantes, ya que aparecían y desaparecían en diversos sitios del Astro Rey, motivo de preocupación por las posibles consecuencias que pudiesen manifestarse sobre nuestro planeta. LAS MANCHAS SOLARES Desde el siglo dieciséis, los chinos manifestaron la presencia de manchas en el sol, pero se le dio seguimiento, hasta que en el año de 1610 se aceptó la existencia de estas manchas solares, gracias al prestigio y observaciones telescópicas que había realizado Galileo, quién usó el primer telescopio que construyó. A Galileo también se le reconoce como el pionero en señalar las primeras posiciones de las manchas solares, cuestión que publicó en el año de 1612, tal y como se muestra en la figura 1, la cual va acompañada por una imagen del astrónomo Johannes Hevelius (1647) que dedicó una gran parte de su tiempo a la observación y estudio de las manchas solares.
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Figura 1. Dibujos de las posiciones de las manchas solares proporcionadas por Galileo y una imagen del astrónomo Johannes Hevelius. |
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Las manchas solares son áreas relativamente obscuras sobre el disco del sol con un diámetro máximo aproximado de 245, 000 km, figura 2, aunque la gran mayoría de las manchas tienen un diámetro aproximado de 37,000 km. Estas zonas se caracterizan por tener una temperatura menor de 20000 K, mientras que la temperatura de la superficie solar como un todo, es de 60000 K. |
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También se han observado manchas solares de diámetros más pequeños, que generalmente se presentan en grupos de dos o más y en su conjunto producen un campo magnético de la misma intensidad al generado por las manchas individua- les. El campo magnético producido por las manchas solares es mayor al campo magnético del disco solar como un todo. Las manchas solares varían continuamente, de tal forma que se ha detectado la determinación de un ciclo conocido como el ciclo solar de las manchas solares, este evento se presenta general- mente en un período que varía entre 10, 10.5 y 11 años.> |
Existen registros del número de manchas solares desde el año de 1610, que fueron interrumpidos durante la segunda mitad del siglo XVII, pero desde el inicio del siglo XVIII hasta nuestros días las observaciones han sido constantes en Zurích y en Estados Unidos de Norteamérica. Como únicamente se cuentan con registros de las trayectorias de los ciclones tropicales durante el siglo XX, entonces concentraremos nuestra atención en la figura 3, que muestra la variación de las manchas solares de este siglo y hasta el cuarto año transcurrido del siglo XXI. |
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LOS CICLONES TROPICALES Los ciclones tropicales que son motivo de estudio, por lo general se generan al oeste del continente Africano, debido al aire caliente que sale de esta masa continental hacia el continente Americano sobre la franja tropical del hemisferio Norte. Este aire provoca un in- cremento en la evaporación del agua superficial del océano Atlántico Oriental y éste al ir ascendiendo se condensa y se solidifica en cristales de hielo formando zonas nubosas y por la propiedad anómala del agua se genera una columna de aire de menor peso que los alrededores, ocasionando una zona de baja presión en superficie. Estas zonas de baja presión en el hemisferio Norte tienen una rotación en sentido contrario a las manecillas del reloj, conocida como movimiento ciclónico. El ciclón tropical que viene trasladándose hacia el oeste, como una perturbación al incrementarse sus vientos, aumenta la evaporación y por lo tanto la condensación y la solidificación, así como el acumulamiento de nubes, disminuyendo aún más la presión atmosférica y aumentando la velocidad de los vientos, de tal forma que puede ascender a la categoría de depresión tropical, donde los vientos que le acompañan pueden ser menores o igual a 62 Km/h. Si el proceso manifestado continúa entonces el fenómeno asciende a la categoría de tormenta tropical, donde la velocidad de los vientos será mayor a 62 Km/hr y menor o igual a 117 Km/h. Un aumento mayor en intensidad lo llevaría a la categoría de huracán (velocidad de los vientos mayor a 117 Km/h). Se ha observado que justo en los años donde se manifiesta el mínimo de manchas solares se presenta al menos un ciclón tropical cruzando a la Península de Yucatán, Asakura y Katayama (1958), tal y como se muestra en la figura 4, excepto en el año de 1986 donde la tormenta tropical Danielle que se desplazaba directo a esta Península, perdió en organización e intensidad.
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y fue degradada a depresión tropical, disipándose posteriormente en el mar Caribe Occidental, entre Panamá y la isla de Jamaica, lo cual rompió con lo establecido histórica- mente desde fines del siglo XIX; sin embargo en el último suceso de manchas solares mínimas del siglo XX nuevamente se continuó con este hecho y el huracán Dolly afectó a la península yucateca en el año de 1996. Cuando un ciclón tropical se des- plaza sobre el mar Caribe en época de mínimo de manchas y durante los meses de Julio, Agosto y Septiembre se observa que las isohípsas que definen el alta semipermanente del océano Atlántico son muy zonales, lo que ocasiona que el ciclón tropical se desplace hacia el oeste con gran persistencia y su destino sea hacer su primer contacto con el continente Americano en la Península Yucateca, tal y como se observa en la figura 4 con las trayectorias de los ciclones tropicales acontecidos en los años de 1902, 1903, 1912, 1924, 1933, 1944, 1955, 1975, 1977, 1986 y 1996. Cuando los ciclones tropicales se generaron en el Sur del Mar Caribe, estos son timoneados en la altura por una corriente en chorro que les proporciona un desplazamiento con componente Norte y la advección de la vorticidad absoluta los hace virar hacia la Península. El estado propicio para que se presente este tipo de ciclón tropical son los dos primeros meses de la temporada Mayo y Junio y los dos últimos meses Octubre y Noviembre, tal y como fueron los casos de los años 1913, 1933, 1934, 1964 y 1965. Durante la etapa de transición de las estaciones otoño-invierno, en algunas ocasiones también se refleja, la génesis de los ciclones tropicales en el mes de Septiembre, desprendiéndose éstos del extremo sur de un frente frío y desplazándose hacia el oeste u oeste-noroeste como fueron los casos de los ciclones tropicales de los años 1902, 1912, 1924, 1944 y 1954. ¿Se volverá a presentar esta coincidencia en el siglo actual? ¿Qué pasará en la vecindad de los años 2006-2007? ¿Ese mínimo de manchas solares en que porcentaje influye a las ondas del Este y provoque que casi siempre al menos un ciclón tropical cruce a la Península de Yucatán?
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Trayectoria de los ciclones tropicales y curva que describe el mínimo de manchas solares de 1902 a 1996. |
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En las ocasiones en que un ciclón tropical atraviesa a la península Yucateca sin que exista el mínimo mínimorum de manchas solares, se ha observado que hay un decaimiento de ellas, cuando están en un incremento constan- te, como sucedió con el huracán Gilberto (1988), que de 186 manchas existentes disminuyó drásticamente a 74, con Claudette (2003) disminuyeron de 167 a 61 y de 144 a 87 con Isidore (2002), etc. ¿Se volverá a presentar esta coincidencia en el siglo actual? ¿Qué pasará en la vecindad de los años 2006-2007? ¿Ese mínimo de manchas solares en que porcentaje influye a las ondas del Este y provoque que casi siempre al menos un ciclón tropical cruce a la Península de Yucatán? |
AGRADECIMIENTOS
Los autores
desean manifestar un sincero agradecimiento al BIBLIOGRAFIAAlbrecht, R., H.M. Maitzen y K.D. Rakos The sun as a variable star. Astronom. Astrophys. 3, 1969 Asakura, T. Y A. Katayama. On the relationship between solar activity and general circulation of the atmosphere.Pap. Meteorol. Geophy. 9, 15. 1958 |
Como Autor y Responsable de este Sitio Web quiero hacer público un especial Agradecimiento al C. Enrique Buendía Cabrera, Investigador del Centro de Ciencias Atmosféricas de la UNAM por todas las facilidades para la difusión de este Articulo. |
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