Nombres de los Huracanes:

La historia de nombrar a los huracanes parece provenir de tiempo atrás cuando los primeros viajeros de embarcaciones asociaban los acontecimientos importantes (no solo de huracanes) con el santoral de la iglesia católica ( San Juan, San pedro, etc.), pero existía un problema... los eventos se repetían el mismo día y en varios años por lo que se acumulaban los nombres iguales evitando así una buena identificación y confusión de los diferentes eventos.

El sistema de nomenclatura pasó por varias etapas de desarrollo a lo largo de los años, y es a partir de los años 50´s que se comienza a establecer el sistema definitivo de nomenclatura para los huracanes, hasta que en 1979 se incorpora el sistema actual utilizado por la OMM (Organización Meteorológica Mundial) y que utiliza seis listas de nombres de mujeres y hombres, un nombre por cada letra del alfabeto omitiendo las letras Q, U, X, Y, Z, y una lista para cada uno de los seis años hasta que en el séptimo año la primer lista se repite, aunque puede ser diferente ya que si algún huracán fue muy destructivo su nombre se retira y se sustituye por otro que inicie con la misma letra. El nombre puede durar retirado hasta 10 años para poder utilizarlo otra vez.

El proporcionar nombres a los huracanes permite una mayor facilidad de comunicación y permiten una mejor identificación entre los meteorólogos y el público en general ya que hay una reducción en la confusión sobre qué tormenta es la que se está describiendo, en los informes de alerta, boletines etc., que publican los servicios meteorológicos.

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